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'''Bold text'''La Corrida

Una corrida se abre con “el paseíllo”, donde toda la gente que tomará parte en la corrida desfila en la plaza después de dos caballos montados por alguacilillos.  Ellos se dirigen a la  “presidencia” o corté, para “pedir la llave de los toriles” o sea dejar correr los toros.  Entran primeros los toreros, seguidos por sus “equipos”, normalmente tres banderilleros y dos picadores si el torero no lo hace él solo.  Luego vienen los caballos o mulos que arrastran los toros de la plaza después de ser toreado.
	Cuando, por fin, sale el toro a la plaza, el torero y sus asistentes lo corren por la plaza en una muestra de su rapidéz y fuerza.  Es el primer de tres tercios en una corrida.  El torero lo torea o lo lidia con un capote, que suele ser rosa en un lado y amarillo en el otro.  Lo que pretende hacer el torero es controlar el toro y también animar el público con muestras entusiasmadas.
	Un toque de un clarín significa que se está pasando al segundo tercio, y entran dos caballos al ruedo.  Uno de los dos picadores clava el toro con una lanza mientras el toro intenta cornear el caballo que lleva armadura y tiene los ojos tapados.
	Luego entran los tres banderilleros que intentan clavar dos banderillas, dos cada uno, en la misma herida que causaron los picadores.  Algunos toreros, como El Fandi y a veces Cayetano, prefieren hacerlo ellos solos en un gesto que siempre gana el apoyo y la ilusión del público.
	Suena el clarín y empieza el tercér y final tercio.  El matador viene al ruedo con su muleta roja y con su espalda.  Algunos ponen el sombrero en el ruedo, un símbolo que se ha convertido en un dicho muy común.  Lo lidian con gestos arrogantes, intentado jugar al público a ganar su favor.  Cuando lo torean bastante, viene el acto de matar.  El torero intenta poner la espada en el corazón del toro, y en este momento está más vulnerable a que el toro lo cornee.  Si lo matan bien, el toro se encuentra incapacitado dentro de segundos, y los subalternos del equipo lo acuchillan en el cerebro con una daga para llevar la muerte a cabo con más prisa.
	Una corrida suele consistir en seis faenas, dos toros cada torero.  Si hacen bien el espectáculo, el público lo premia.  Pide con los pañuelos que el presidente regale una oreja del toro, dos orejas, o como premio máximo, el rabo.  Lo que supone el premio más grande de una corrida sin embargo, es salir llevado a hombros por la puerta principal de la plaza.