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Ryan Hollm: Me gusta el botellón. Los malagueños y los extranjeros aprovechan el botellón cada semana que dejamos en la plaza sucísima. | Ryan Hollm: Me gusta el botellón. Los malagueños y los extranjeros aprovechan el botellón cada semana que dejamos en la plaza sucísima. |
Revision as of 10:51, 15 November 2005
El Botellón
Es sábado por la noche y no tienes dinero en la tarjeta de móvil. No pasa nada. No te preocupes. Todos tus amigos están en el mismo lugar: la Plaza de la Merced. Durante el día, la plaza de la Merced es tranquila. Hay familias almorzando en cafés y personas caminando por las calles. Por la noche se transforma a una gran fiesta donde no hay reglas para nadie. Nada es normal, sino nada es raro. Allí tenemos el botellón. El botellón es un fenómeno ocurriendo en muchos lugares por toda España, pero está concentrada en Andalucía. Tiene lugar en espacios públicos en ciudades como Málaga, Granada y Sevilla. En Málaga, el botellón es parte de la subcultura de los jóvenes. Los fines de semanas no están completos sin una o dos horas pasando en la plaza. Allí, puedes encontrar personas de cualquier edad, hablando cualquier lengua. Puedes oír español, ingles, alemán, holandés, catalán o francés. Hay personas llevando la ropa formal o personas no llevando nada. Hay personas hablando, cantando y jugando instrumentes. Cada persona es diferente pero al mismo tiempo, cada persona está haciendo la misma cosa: divirtiéndose. El botellón es una forma de divertirse en un espacio distinto. El espacio es tuyo y puedes hacer lo que quieras. Para la juventud el botellón es una manera de beber barato. Las personas llevan cervezas o botellas de licor de los supermercados donde las bebidas son más baratos que en los bares. La plaza de la Merced es atractiva para los jóvenes porque pueden beber en el aire libre con más de doscientos personas. Sin embargo, como cada forma de fiesta, hay consecuencias. Después de un botellón grande, la plaza de la Merced parece como una zona de guerra con basura cubriendo todo el espacio. Hay un montón de botellas vacías, vidrio roto y cigarrillos. El problema es quien tiene la responsabilidad de limpiar este espacio público. Además, hay el problema del ruido durante las primeras horas de la mañana cuando hay cientos de jóvenes gritando en las calles. Los vecinos de la plaza siguen quejar y ahora, la voz enfadada está oído. La junta de Andalucía está discutiendo una nueva ley que prohíbe beber en zonas específicos. Parte de la ley también incluye multas hasta 600 euros para personas que no usan las basureras. La nueva ley, si pasa, empezará en otoño de 2006. Es evidente que algo necesita cambiar, sin embargo, es importante que los jóvenes tengan su propio espacio para divertirse y descansar. Julie Hunter, un estudiante de Dickinson quien está estudiando aquí en Málaga por este año dice, “creo que los botellones están irrespetuosos para los sitios públicos, pero los ciudades deben proporcionar lugares de recreo, no necesariamente para beber, donde los jóvenes pueden divertirse.” Los jóvenes juegan un gran papel en nuestra sociedad y necesitan su espacio único para crecer y ayudar la cultura. A pesar de las desventajas del botellón, es claro que es una parte de la subcultura de los jóvenes aquí en Málaga. Por eso, cuando quieres participar en algo cultural, que nunca va a pasar en los Estados Unidos, debes asistir un botellón. Estoy seguro que aprendas algo nuevo.
por Charlie Cowdry
¿Qué piensas sobre el botellón?
Christine Kidd: A mí me gusta el botellón. No entiendo por qué a otros no les gusta. Pienso que si no hubiera botellón, la vida social sería muy diferente, especialmente para los jóvenes. Pero yo fuí a la Plaza de la Merced a las 5 de la madrugada un sábado y había mucha basura. No creo que sea justo para las personas que tienen que limpiarla.
Tan Huynh: Creo que los malagueños tienen derecho para hacerlo y para disfrutarlo, pero se necesitan reglas - cuántas botellas se pueden beber, cuántos grupos pueden entrar, qué día, etc. Se necesita control.
Sonja Kline: Pienso que es una manera de conocer otras personas, pero es un poco peligroso porque hay muchísimas personas en un lugar. Se puede robar y además no me gusta que no hay baños.
Ryan Hollm: Me gusta el botellón. Los malagueños y los extranjeros aprovechan el botellón cada semana que dejamos en la plaza sucísima.