PEDRO ALMODÓVAR: CREADOR DE SU PROPIO GÉNERO

Pedro Almodóvar: creador de su propio género

Por Katie Spiegel Taller de investigación (Prof. Marcelo Borges) Otoño 2005

Cuando buscaba un tema para ese trabajo,no tenía una idea muy fija.Como tengo muchointerés en la cultura popular,quería enfocar mi trabajo en una figura pública y conocida por toda España, en alguien que haya tenido mucha influencia en el mundo del entretenimiento. Así ue la sugerencia del director Pedro Almodóvar cumplió todas mis expectativas. Director, escritor, innovador y portavoz de su país, Almodóvar es una de las figuras más representativas del cine español de los últimos veinticinco años y una de las personalidades más grandes de la cultura española en general hoy en día. Para entender mejor los personajes de Almodóvar, vi cinco de sus películas, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, ¿Que he hecho yo para merecer esto?, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y Hable con ella (en orden cronológico) y leí una serie de artículos sobre sus películas, su estilo, sus actores y su vida. Enfocaré ese trabajo sobre los personajes de una de sus películas tempranas y dos de las más recientes.

     Pedro Almodóvar nació en 1949 en el pueblo de Calzada de Calatrava en la provincia de Castilla-La Mancha (“Pedro Almodóvar”).Trabajó durante dos años en una empresa telefónica para reunir fondos para su primera película (Holland 39),y apareció definitivamente en el mundo del cine en el año 1980 con la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Mientras la cultura norteamericana estaba vistiéndose de Madonna, escuchando a Bruce Springsteen y mirando La guerra de las galaxias, los españoles estaban en la época de transición entre la dictadura de Franco y la democracia bajo el rey Juan Carlos II y el presidente Adolfo Suárez. Así que los personajes atípicos y las escenas erótico-cómicas que presentó Almodóvar en sus primeras películas no fueron aceptados muy fácilmente. Películas como Folle…folle…fólleme, Tim!, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, Entre tinieblas, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, Matador, ¡Átame! y La ley del deseo le hicieron parecer un agitador del mundo cinemático. 
     Durante muchos años Almodóvar fue conocido como el “niño terrible” del cine, pero ese apodo no le pegó. En los últimos diez o quince años, la reputación de Almodóvar ha cambiado desde el “niño terrible” hasta el primer director cinematográfico español - para algunos es el mejor cinematógrafo del país desde la época de Luis Buñel, a principios del siglo XX (Holland 39). Sin embargo,la fama que tiene hoy en día no empezó en su España nativa, sino en el extranjero. En 1999 Almodóvar ganó el premio como mejor director en el Festival de Cine de Cannes y su primer Oscar por Todo sobre mi madre, elegida la mejor película extranjera (Fuchs 1). Dos años más tarde, Hable con ella ganó el Oscar al mejor guión original y, además, fue nombrada “la mejor película de la década” por la revista estadounidense Time (“‘Time’ elige ‘Hable con ella’…”). La academia española, no obstante, no la nominó para la categoría de mejor película extranjera, ni nominó a La mala educación para participar en esa categoría dos años después (Fuchs 1). En su propio país, Almodóvar tampoco ganó ninguno de los cuatro premios Goya por los cuales La mala educación fue nominada.  Uno de sus únicos reconocimientos formales en España vino en 2004 en forma del premio “La navaja de afeitar de Buñel,” un premio nombrado por el legendario director español. El premio es para la mejor película del año y Almodóvar lo ganó para La mala educación (Fuchs 1).
   El director finalmente está recibiendo el reconocimiento nacional que se merece y la gente española se está dando cuenta del valor de su arte. Los actores con quienes ha trabajado en el pasado ya sabían de su talento. Sus películas han ayudado a lanzar las carreras de muchos de los actores hispanohablantes más famosos en Hollywood (no todos han sido españoles), entre ellos Antonio Banderas, Penélope Cruz, Javier Bardem, Cecilia Roth y la estrella joven de su última película, Gael García Bernal (Philadelphia 76). Después de tantos éxitos cinematográficos, se han formado unas alianzas entre Almodóvar y algunos de sus actores.  Después de ganar un reconocimiento en su nativa Argentina y en España, Cecilia Roth, la actriz de algunas de las películas más tempranas de Almodóvar como Pepi Luci, Bom y otras chicas del montón, Entre tinieblas y Mujeres al borde de un ataque de nervios, volvió a protagonizar en Todo sobre mi madre en 1999, por la cual ganó un reconocimiento inmenso (“Cecilia Roth”).  También, siete años después de su primer Almodóvar, un romance muy público con el actor Tom Cruise y una serie de películas estadounidenses muy populares, Penélope Cruz vuelve a protagonizar en Volver, la nueva película de Almodóvar que se estrena en 2006, con Carmen Maura, la estrella de muchísimas películas de Almodóvar (“Penélope Cruz”).

Las películas de Almodóvar han logrado un nivel de respeto tan alto por causa del estilo único que usa el director. El estilo cinematográfico de Almodóvar - al cual él se refiere como “dramático chiflado” - es único en dos maneras: en las historias extrañas que él cuenta y en los personajes excéntricos que las actúan (Holland 39). Sobretodo, los personajes de sus películas y la manera en que Almodóvar aborda el tema del género han sido las partes de su estilo más innovadoras. Sus primeras películas se centraban mayormente en el papel no convencional de la mujer española. Solamente en las películas más recientes Almodóvar ha experimentado mucho con la mentalidad masculina, que se puede ver en los dos protagonistas de Hable con ella y en el protagonista de La mala educación (“Hable con Ella”). Lo más importante de todo, no obstante, es la complejidad que se encuentra en todos sus personajes: ningún de ellos es lo que aparece a primera vista. En la más temprana película de Almodóvar que yo vi, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, se ven tres mujeres distintas como protagonistas. Pepi, protagonizada por Carmen Maura, es una mujer que es violada por un policía, al cual ella quiere vengar. La segunda, Bom, es la cantante principal de una banda de rock, y también es un travestí (Velásquez 1). Pero, el personaje más interesante de las tres es Luci, un ama de casa y la mujer del mismo policía que viola a Pepi. Luci es un personaje muy complejo, aunque no lo parece al principio. En sus primeras escenas, actúa la parte tradicional de una ama de casa: sirve el desayuno, va al mercado con su carrito, etcétera. Sólo en la primera clase de punto que ella le da a Pepi, se ve su “otra cara.” Luci expresa sus deseos de una relación amorosa más física con su marido, hasta el punto que ella quiere que su esposo le pegue. Ese diálogo, junto con una escena erótica en la cual Luci se excita cuando Bom orina en ella, muestran lo opuesto de lo que supone una persona sobre un ama de casa.

     Hay otros momentos en la película en los cuales Almodóvar enfatiza el absurdo del comportamiento tradicional de un ama de casa y su marido (Holland 39). En un momento, por ejemplo, su esposo le da una reprimenda muy sexista a ella sobre su ropa, diciendo, “no sé porque tienes que ponerte esos pantalones si sabes que no me gustan nada” (Pepi, Luci, Bom…). Ese comentario es un poco exagerado, pero sirve para que Almodóvar demuestre lo absurdo de las relaciones matrimoniales, particularmente cómo los hombres tratan a sus esposas. Finalmente Luci logra lo que ella quiere (otro tema típico de Almodóvar) cuando su marido le secuestra y le pega hasta que ella termina en el hospital. Todos los puntos que Almodóvar enfatiza en Pepi, Luci, Bom… son muy exagerados, pero muestran bien que una mujer no es siempre lo que aparece. Muestran que ella no solo tiene un propósito, sino a veces muchos, que tiene sus propias opiniones, deseos e ideas como cualquier hombre, aún más fuertes o al menos más extrañas.
     Quizás la película de Almodóvar que mejor ejemplifica todo lo que puede ser una mujer es la premiada Todo sobre mi madre, de 1999. La protagonista principal es Manuela, una trabajadora muy exitosa en una clínica de trasplantes de órganos y la madre soltera de un joven, Esteban. Después de la imprevista muerte de su hijo, Manuela vuelve a Barcelona donde había vivido muchos años antes y se pone en contacto con amigas del pasado. En esa parte la audiencia ve la “otra cara” de Manuela. Es amiga de la travestí Agrado y sabe exactamente donde buscarla, en una hampa sucia de gente baja y prostitutas. También se aprende que Manuela había sido una actriz en la obra Un tranvía llamada Deseo y fue así que conoció al padre de Esteban, otro travestí que se llama Lola, quien ahora está contagiado con sida. En Barcelona Manuela empieza a trabajar como asistente de la actriz principal de una producción nueva de Un tranvía llamada Deseo, Huma, y se hace amiga de una trabajadora social, Rosa. Esas mujeres representan otros papeles de una mujer. Huma es una actriz mayor, elegante y famosa, y a la vez es lesbiana y tiene una relación amorosa con su co-protagonista Nina, una joven con mala actitud y una adición a la heroína (Blake 22). Rosa, por otro lado, es una monja que trabaja con prostitutas y otra gente de una posición social no muy alta. Ella parece ser pobre pero en realidad viene de una familia muy rica y rígida; ella ha elegido ese trabajo. Rosa, también, se queda embarazada del travestí Lola, el mismo que embarazó a Manuela muchos años antes.  
     Todos los personajes femeninos de Todo sobre mi madre son distintos y llevan con ellos secretos sorprendentes, y a veces oscuros, de sus pasados. Cada uno representa muy bien al personaje complejo y no tradicional muy típico de Almodóvar. Además, el viaje de Manuela representa bien al tipo de historia extraña que suele contar Almodóvar. En Todo sobre mi madre también se ve uno de los primeros ejemplos en las obras de Almodóvar de un personaje masculino muy sensible. El hijo de Manuela, Esteban, quiere ser escritor y siempre escribe en su diario. Ese vislumbre de un hombre con una mentalidad más sentimental empieza aquí y se amplia profundamente con Mario y Benigno, los dos personajes principales masculinos de Hable con ella (Pingree 4).
     Hable con ella empieza con una escena en la cual se va al protagonista Marco llorando durante una representación de teatro. Luego se cuenta la historia de su corazón partido a causa de la disolución de la relación con su novia. Otra protagonista de la película, Lydia, es una matadora que recién ha terminado con su matador-novio después de vivir en la sombra de su fama (“Hable con Ella”). De todos modos, hay una inversión del papel tradicional del género aquí, porque ella esconde sus emociones mientras que Marco no las puede esconder.
     Se puede ver la madurez de Almodóvar como escritor en la evolución de sus películas. La diferencia, por ejemplo, entre el policía tradicional y sencillo en Pepi, Luci, Bom… y el sentimental y complejo Marco en Hable con ella demuestra el nivel de desarrollo que Almodóvar ha logrado. También, el otro protagonista masculino de Hable con ella, Benigno, es un personaje complejísimo e inusual. Él es como un hombre-niño; pasó su vida cuidando a su madre enferma, a cual nunca le dio la oportunidad de crecer en una manera “normal.” La audiencia no se sabe si su comportamiento es el resultado de una sensibilidad fuerte o de problemas psicológicos muy graves (Smith, ‘Only connect’). Sólo al final se devela que él violó a la misma chica a la cual cuidaba todos los días. Benigno seguramente no es quien aparece al principio de la historia.
     Junto al desarrollo de personajes complejos y no convencionales, Pedro Almodóvar tiene un elemento más que completa su estilo único. Ese elemento es la inclusión de trocitos de la cultura española en sus películas. Por ejemplo, le dio el papel de Lydia en Hable con ella a Rosario Flores, la hija de la famosa cantante española Lola Flores (Smith, ‘Only connect’).  En otro ejemplo, Almodóvar satiriza a la gente española mediante el uso de unas publicidades de televisión exageradas y ridículas en Pepi, Luci, Bom… (Holland 39). Además de la cultura española, Almodóvar incluye también referencias a la historia española en sus películas. La rigidez de la madre de Rosa en Todo sobre mi madre, por ejemplo, refleja la actitud severa de la dictadura de Franco en una manera muy sutil. La mala educación, también, tiene lugar en la movida, la época de la transición entre la dictadura y la democracia (Pingree 4).

Con éxitos recientes como Hable con ella y La mala educación, Almodóvar ya no puede ser llamado el director de las “chicas,” sino de las chicas, los chicos, y los personajes que pertenecen a una categoría intermedia. Así que Pedro Almodóvar, el antiguo “niño terrible” del cine español, ahora debería ser conocido como el maestro del género en dos sentidos: primero, él ha creado algunos de los personajes más innovadores del cine español contemporáneo –sobretodo personajes femeninos, pero algunos personajes masculinos también; segundo, después de veintiocho películas, los españoles, y el mundo cinematográfico en general, deben reconocer un género nuevo en el cine español – el género “Almodóvar,” un género gracioso, chiflado y siempre evolucionando.

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