TRABAJOS SOBRE PINTURA ESPAÑOLA
EL arte de España
Duelo a garrotazos por Allison Keating
Las pinturas “negras” de Francisco de Goya y Lucientes fueron realizadas en los años 1819-1820 y en 1823 sobre los muros de dos cuartos en su casa en el campo, llamada la “Quinta del Sordo. Goya se mudó allí por razones políticas (como sus conexiones con Liberales), profesionales (no tenía ninguna obligación o trabajo) y personales (estaba enfermo y posiblemente tenía relaciones con una mujer casada). El pintor se escapaba hacia su casa de campo y ahí pintaba lo que sentía. Cerca del momento de su muerte Goya estuvo muy enfermo, lo que quizás explicaría los sentimientos negativos que muestra en su pintura. Las pinturas son llamadas justamente negras por su oscuridad y temas; coinciden bien con la etapa de la vida del artista. Hay catorce pinturas de óleo, entre ellas el famoso “Saturno (devorando a un hijo)”. La radiografía de esta pintura revela que se encuentran otras obras no terminadas debajo de las capas exteriores.
La obra “Duelo a garrotazos” tiene características clásicas de Goya--de sus “Pinturas negras” y de las anteriores. Hay dos hombres, supuestamente granjeros o gañanes de la clase obrera, que están luchando furiosamente con garrotes. Los dos están en movimiento, tratando de golpearse el uno al otro. Es una escena sencilla que trata de una violencia simple para sugerir que es sin objeto verdadero y no resultará en nada salvo dolor. Es típico de Goya, como en sus obras famosas sobre la Guerra de la Independencia en contra de la violencia y la muerte entre los hombres. Usa dos hombres anónimos y pobres para poner énfasis en el acto, no en los personajes. Puede ser cualquier persona de la masa que representó Goya más que los individuos.
Antes de las pinturas negras, Goya solía usar colores brillantes como el verde, rojo y azul. Se puede ver en esta obra que hay color claro en el fondo en el cielo, el azul con el blanco de las nubes en el centro. Él usaba el contraste entre las figuras para destacarlas como siluetas, pero también para manifestar sus sentimientos. La naturaleza constante y tranquila señala el acto de la lucha transitoria como negativo y oscuro. Como en la mayoría de las obras que hizo en su casa cerca de Madrid, el pintor usó el negro y blanco, y los marrones, grises y amarillos. Aunque ésta trata de la barbaridad de la vida del hombre como las demás, Goya ilustró sus otras “Pinturas negras” con más imágenes grotescas de la humanidad. Hay caras deformadas, monstruosas y casi como los muertos. Sin embargo, las caras revelan sentimientos más humanos que otros personajes; la cara del hombre a la izquierda muestra su dolor y emoción fuerte. A la derecha, el que parece más joven tiene expresión de intento y necesidad. No se sabe exactamente por qué están luchando solos con tanta intensidad en el campo, que añade además al mensaje de Goya sobre la futilidad de luchar.
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Los Borrachos o El Triunfo de Baco por Laura De Cerchio
El "Triunfo de Baco", a menudo llamado Los Borrachos, es uno de los cuadros más impresionantes de Diego Silva de Velásquez. Velásquez fue un pintor muy importante del siglo XVII. El "Triunfo de Baco" ue pintado para Felipe IV, por Velásquez, alrededor de 1630, durante su segundo viaje a Italia. El cuadro representa una escena mitológica en la cual Velásquez coloca un dios mítico al lado de gente común de esa época. Mientras Baco y otras figuras míticas comparten el mismo espacio de las personas borrachas, hay una clara división que separa el mundo de los inmortales y el mundo de los mortales. Los dioses están a la izquierda y los borrachos están a la derecha del cuadro. Baco tiene puesta una corona en la cabeza de un mortal pero está mirando en una dirección completamente diferente, afuera del cuadro, con una mirada distraída y soñadora. Tiene piel pálida, como alabastro, y un cuerpo de proporciones perfectas del ideal romano. La luz más fuerte del cuadro ilumina a Baco, añadiendo el efecto efímero. Todos los dioses parecen tener las cabezas por las nubes. Sin embargo, al ver los borrachos en la otra mitad del cuadro, se puede notar que están muy conscientes de su entorno. De hecho, dos de ellos están mirando a los ojos del espectador, casi posando para una foto. Aunque el tema del cuadro es algo de fantasía, la manera en el cual está pintado parece muy natural, con un realismo increíble y atención alucinante a los detalles.
Me encanta el cuadro de Velásquez "El Triunfo de Baco" porque tiene la gracia e idealismo de la pintura clásica. Además, incorpora el realismo y la ironía de la pintura española contemporánea. Finalmente, el cuadro ejemplifica el estilo de un maestro artístico español.